El desarrollo del instrumental y la técnica artroscopica en otras articulaciones ha permitido ampliar las indicaciones de esta cirugía mínima mente invasiva y permitir la artroscopia del tobillo.
La artroscopia de tobillo se realiza mediante dos pequeñas incisiones.Una para introducir una cámara conectada a un monitor y una segunda o portal de trabajo por el cual se introduce el instrumental necesario y específico para tratar la lesión. Este instrumental se introduce por la cara anterior del tobillo o por su cara posterior.
Originalmente se empleó con fines diagnósticos y para extracción de cuerpos libres.
Actualmente la principal indicación de la artroscopia de tobillo es el tratamiento de las secuelas derivadas de un esguince de tobillo.
Alrededor de un 20% de las lesiones ligamentarias de tobillo (esguinces de tobillo) presentarán una mala evolución a pesar de aplicar un correcto tratamiento conservador. La principal causa es debido al crecimiento anómalo de un tejido fibrótico e inflamatorio en el interior de la articulación, más conocido como síndrome de atrapamiento o “impingement” de tobillo.
Existen diversos tipos de “impingement” según la localización del ligamento afectado.
Los impingement anterior, anterolateral o de la sindemosis son los relacionados con lesiones ligamentarias de la cámara anterior y el impingement posterior o síndrome “os trigonum” cuando la patología se localiza en la parte posterior. El tratamiento se basa en la eliminación y “limpieza” de dicho tejido patológico para normal funcionamiento biomecánico articular.
Otra indicación es el tratamiento de las lesiones del cartílago del astrágalo. Mediante la artroscopia de tobillo podemos extraer cuerpos libres, realizar técnicas de estimulación o la obtención de biopsia de cartílago para cultivo de condrocitos para empleo de técnicas de reparación como el ICC en las lesiones osteocondrales de la cúpula astragalina.
La artroscopia de tobillo también es utilizada como asistencia en técnicas de artrodesis (cirugía de fusión articular en procesos de gran afectación de tobillo y articulación subastragalina) y para mejorar la reducción en fracturas en la región del tobillo.
La menor agresión a los tejidos, una estancia hospitalaria corta y una rápida recuperación del paciente temprana para sus actividades cotidianas y deportivas son las principales ventajas de la artroscopia de tobillo respecto a la cirugía abierta.